Práctica guiada de Relajación para disolver todas las tensiones de nuestro cuerpo, quitar el estrés, equilibrar las emociones y poder descansar mejor o quedarse meditando.
Relajación del cuerpo físico
- Encuentra una posición cómoda, sentado o acostado.
- Dirige tu atención al pie derecho:
- Relaja los dedos, la planta, el empeine, el tobillo, la pantorrilla, la rodilla y toda la pierna.
- Cambia al pie izquierdo:
- Relaja los dedos, la planta, el empeine, el tobillo, la pantorrilla, la rodilla y toda la pierna.
- Continúa con el torso:
- Relaja el abdomen, la espalda y el pecho.
- Relaja los brazos:
- Mano derecha: dedos, muñeca, antebrazo, codo, brazo.
- Mano izquierda: sigue el mismo proceso.
- Relaja el cuello, el cuero cabelludo y la cara:
- Siente cómo la mandíbula y los músculos faciales se relajan.
- Haz un repaso general para liberar cualquier tensión restante.
Segunda etapa: Relajación emocional y mental
- Concéntrate en la respiración:
- Realiza respiraciones profundas y luego normaliza el ritmo.
- Siente cómo el centro emocional (altura del ombligo) se relaja.
- Relaja la mente escuchando los sonidos del entorno sin identificarlos ni pensar en ellos.