Descubre los cuatro pilares del autoconocimiento: ciencia, arte, psicología y mística, para alcanzar la sabiduría y el propósito de la vida.
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El Propósito de la Vida: Un Camino hacia el Autoconocimiento
¿Cuántas veces nos hemos preguntado, “¿Para qué es la vida? ¿Por qué existimos? ¿Cuál es el propósito de estar acá?” La respuesta, creo, debemos buscarla en nuestro interior. Somos seres espirituales, chispa que emerge del Sol espiritual en busca de sabiduría.
Hasta ese momento, no habíamos experimentado lo que solo este planeta Tierra puede ofrecernos: la dualidad. En este plano, vamos a conocer tanto el bien como el mal, y es a través de nuestras equivocaciones y errores que aprenderemos, para volvernos más sabios. Este viaje es un proceso continuo de autodescubrimiento, donde cada experiencia nos acerca más a nuestra verdadera esencia.
A través de varios desdoblamientos, nuestro ser, como chispa divina, sale del Sol espiritual, y va teniendo distintas experiencias en diferentes planos de existencia. Finalmente, llegamos al plano físico, tomando uno o varios cuerpos a lo largo de nuestras vidas. En cada existencia, vivimos innumerables experiencias, y un día, el conocimiento llega a nosotros. Si decidimos prestarle atención y practicarlo, podemos empezar a despertar y rescatar la sabiduría acumulada de nuestras vidas pasadas, así como de las que estamos viviendo en el presente.
Los Cuatro Pilares del Autoconocimiento
Este conocimiento ha sido transmitido a lo largo de la historia en diversas culturas. Por ejemplo, los antiguos griegos decían: “Nosce te ipsum” (Conócete a ti mismo). Ellos veían este autoconocimiento a través de cuatro pilares fundamentales de sabiduría: la ciencia, el arte, la psicología y la mística.
La Ciencia: Practicar para Comprobar
La ciencia es el primer pilar. Consiste en comprobar las cosas por uno mismo. Es importante poner en práctica lo aprendido, no solo creer, sino vivenciar. A través de la meditación y otras prácticas, podemos empezar a explorar nuestro mundo interior. El conocimiento del karma y la capacidad de realizar viajes astrales conscientes también forman parte de este pilar. Así, la ciencia nos ayuda a experimentar directamente, comprendiendo y aprendiendo por medio de la vivencia.
El Arte: El sabio uso de nuestra energía Interna
El arte, siempre es sinónimo de creación. Todos somos seres llenos de energía, y la clave está en aprender a usar esa energía sabiamente. En lugar de desperdiciarla, debemos aprender a canalizarla para crear algo superior dentro de nosotros mismos. Este proceso nos ayuda a transformarnos, creándonos a nosotros mismos, tal como creamos nuestro microcosmos personal.
La Psicología: El Conocimiento de Nuestros “Yo” Internos
La psicología es otro pilar esencial. Enseñaban que dentro de nosotros viven muchas personas. Cada emoción, pensamiento o reacción nos muestra una parte de nuestro ser, y mediante la autoobservación, vamos descubriendo estas diversas facetas. No somos la misma persona cuando estamos enojados, codiciosos o alegres. Con la práctica de la autoobservación, podemos comprender y disolver estos fragmentos de nuestra psique, integrándolos para empezar a unificarnos. La integración nos permite dejar de vivir de manera fragmentada.
La Mística: El Amor como Camino de Sabiduría
El último pilar es la mística y se centra en el amor, no solo como sentimiento, sino como acción. La mística está presente cuando realizamos cualquier actividad con amor, pasión y dedicación. Por ejemplo, una meditación realizada con devoción, o el simple acto de ayudar a alguien, se convierte en una expresión mística si se hace desde el amor verdadero. Incluso actividades cotidianas como cocinar o limpiar pueden convertirse en actos místicos si las realizamos con conciencia, concentración y amor. También hay mística cuando le entregamos el conocimiento para despertar la conciencia a las demás personas.
El Camino hacia la Sabiduría y el Regreso al Sol Espiritual
Estos cuatro pilares —ciencia, arte, psicología y mística— forman la base para el autoconocimiento y la integración. Al practicar estos principios, podemos crear nuestra mejor versión y, eventualmente, regresar al Sol espiritual, pero esta vez con sabiduría. La experiencia vivida en la materia nos habrá enseñado valiosas lecciones.
Sin embargo, no todos los que alcanzan este nivel de conocimiento eligen regresar al Sol espiritual. Muchos maestros han renunciado a la posibilidad de permanecer allí para ayudar a la humanidad. Estos seres iluminados nos han dejado sus enseñanzas a lo largo de la historia, para guiarnos en nuestro propio camino hacia la sabiduría.