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Relajación y Meditación Reflexiva

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Es una Práctica de Relajación y Meditación reflexiva para transformar tu vida. Relaja el cuerpo físico, las emociones y la mente, y luego reconstruye escenas de tu pasado con imaginación consciente para comprender tus defectos y pedir a tu Madre Divina interior que los desintegre.

En el siguiente video está la práctica guiada:

Relajación y Meditación Reflexiva

  • La práctica tiene dos etapas principales: relajación y meditación reflexiva.
  • Comenzamos relajando el cuerpo físico, el cuerpo emocional (astral) y el cuerpo mental.
  • Una vez relajados, reconstruimos una escena del pasado para reflexionar, comprender y transformarnos en el presente.

Primera etapa:

Relajación del cuerpo físico

  1. Encuentra una posición cómoda, sentado o acostado.
  2. Dirige tu atención al pie derecho:
    • Relaja los dedos, la planta, el empeine, el tobillo, la pantorrilla, la rodilla y toda la pierna.
  3. Cambia al pie izquierdo:
    • Relaja los dedos, la planta, el empeine, el tobillo, la pantorrilla, la rodilla y toda la pierna.
  4. Continúa con el torso:
    • Relaja el abdomen, la espalda y el pecho.
  5. Relaja los brazos:
    • Mano derecha: dedos, muñeca, antebrazo, codo, brazo.
    • Mano izquierda: sigue el mismo proceso.
  6. Relaja el cuello, el cuero cabelludo y la cara:
    • Siente cómo la mandíbula y los músculos faciales se relajan.
  7. Haz un repaso general para liberar cualquier tensión restante.

Relajación emocional y mental

  • Concéntrate en la respiración:
    • Realiza respiraciones profundas y luego normaliza el ritmo.
    • Siente cómo el centro emocional (altura del ombligo) se relaja.
  • Relaja la mente escuchando los sonidos del entorno sin pensar en ellos.

Segunda etapa: Meditación reflexiva

  1. Pide asistencia a tu Ser interior para la meditación.
  2. Reconstruye una escena del pasado con imaginación consciente:
    • Elige un momento específico (de hoy, ayer o cualquier otro tiempo).
    • Observa tus propios defectos y errores en esa situación.
    • Sin juzgar a los demás ni identificarse, analiza cada detalle.
  3. Pide a tu Madre Divina interior que elimine esos defectos:
    • Utiliza tus propias palabras para solicitar la desintegración de los defectos.

Reflexión final

Con cada defecto eliminado, una virtud florece. Esta práctica nos permite comprender nuestros errores y defectos para así cambiar ahora, en el presente, guiados por el fuego interior de nuestra Madre Divina Kundalini.


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